En esta época del año en la que aumenta la caída del cabello y aumenta la demanda de productos para combatirla, Tahe nos vuelve a ofrecer su Programa anti-caída Fitoxil.
Se trata de un pack compuesto por el Champú Fitoxil, en el formato de 300 ml. y la Loción Fitoxil, en caja de 5 viales de 10 ml.
La prestigiosa marca Tahe nos vuelve a cautivar este otoño con sus productos anti-caída
Estos packs de la prestigiosa marca Tahe son exactamente iguales que los de temporadas anteriores. Y es que gozan de una gran acogida por parte de los clientes, tanto para el uso en los salones de peluquería como para el uso doméstico. De hecho, la inmensa mayoría de los clientes que utilizan el producto una temporada, vuelven a por él la siguiente temporada. Y éste es el mejor signo de que el producto funciona.
Como todos los años, Tahe nos ofrece dos packs diferentes, según la loción que utilicemos:
–Pack Fitoxil Classic: Incluye el Champú Fitoxil (frasco de 300 ml.) y Loción Fitoxil Classic (caja de 5 viales de 10 ml.)
– Pack Fitoxil Forte: Incluye el champú Fitoxil (frasco de 300 ml.) y Loción Fitoxil Forte (caja de 5 viales de 10 ml.)
La diferencia entre la loción Classic y la loción Forte es su composición. Mientras que la primera está formulada con Citoquinas, bioestimulinas, aminoácidos esenciales y oligoelementos; la segunda lo está con células madre vegetales activas, biotina y arginina. Esta diferencia en formulación corresponde con el deseo de dar una solución más específica a los diferentes tipos de cabello y los diferentes tipos de caída. Así pues, la loción Fitoxil Classic está creada con el fin de estimular el metabolismo celular, normalizando el crecimiento del cabello tanto en casos de alopecia difusa como alopecia androgenética; y la loción Fitoxil Forte está pensada para cabellos castigados, para mejorar la densidad capilar frenando la caída y recuperando los folículos, protegiendo y estimulando el bulbo piloso y la epidermis que lo rodea.
Por último, y no menos importante, este año Tahe continua con su política de no subir precios, facilitando de este modo el uso continuado y estimulando la economía tan maltrecha que todos sufrimos.