Esta semana Sorci os presenta un secador que lleva tiempo en el mercado, pero sigue siendo muy apreciado por todos los clientes que lo conocen. Se trata del secador Caruso de la marca BaByliss PRO.
BaByliss PRO y su secador Caruso
BaByliss PRO es una marca que lleva décadas dedicada a la fabricación de herramientas de todas las categorías para uso profesional.
El know-how de los ingenieros de su departamento de I+D hace posible desarrollar los aparatos que mejor cubren las necesidades de los profesionales más exigentes, de manera que la herramienta no sea el límite de la creatividad.
Con esta filosofía llega a nuestras manos el secador Caruso.
En cuanto cogemos el aparato nos llegan de inmediato dos sensaciones sorprendentes: su comodidad y su ligereza. Su peso de poco más de medio kilo nos proporciona una sensación de alivio al no tener que soportar una carga incómoda, máxime cuando es un aparato que utilizamos varias horas al día y que tantas veces nos ha causado lesiones. La comodidad la percibimos de inmediato cuando nos damos cuenta que la mano queda en una posición muy natural y que resulta muy cómodo manipular los interruptores, tanto el de la velocidad, como el de la temperatura, como el botón del golpe de aire frío.
Cuando lo ponemos en marcha sentimos que tenemos una bestia en la mano. No en vano, este aparato emite un caudal de aire de 125m3/h; a una velocidad de 128 km/h. Y, además, en su caudal fluye una carga de iones negativos de 50M/cm3. Quizá no estamos acostumbrados a medir estos datos en números, pero lo cierto es que cuando comenzamos a trabajar un cabello nos damos cuenta que con este secador en la mano, el único límite para el trabajo es nuestra creatividad y nuestra destreza, y no al revés, como tantas veces no ha ocurrido.
El único inconveniente, a priori, puede ser su precio. Es cierto que las herramientas BaByliss PRO no son económicas, y eso, especialmente hoy en día, puede ser un freno a la hora de pensar en comprar uno. Sin embargo, tras probarlo y desde el primer uso, damos por bien gastado el dinero que nos ha costado. En la mayoría de trabajos, y especialmente en los creativos, como es este, utilizar buenas herramientas que nos hagan trabajar a gusto es fundamental. Y eso se nota en el resultado final.